Dolmen de la Lapa del Moro

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Al este del pueblo, se hallaba en época megalítica un poblado y una necrópolis formada por catorce tumbas. Las tumbas se alinean a lo largo del río Guadiamar y arroyos cercanos, extendiéndose unos nueve kilómetros.

Desde el Castillo de las Guardas en dirección a Aznalcóllar, se encuentra a unos seis kilómetros el pequeño pueblo de Las Cañadillas. Desde las primeras casas se puede ver unos pedregales casi en lo alto del cerro. El dolmen se encuentra a unos 200 metros más arriba, semiescondido entre matorrales y a pocos metros de la tapia de piedra. No es muy fácil de localizar, ya que el acceso es complicado, aunque su estado de conservación es buena.

Se trata de un dolmen totalmente expoliado, que se ha conservado mínimamente por encontrarse en una zona de difícil acceso y no estar en explotación. El diámetro del túmulo es de 20 metros, su altura de 2.50 metros y fue levantado para excavar el dolmen, el cual consta de una galería en forma trapezoidal y con una longitud de 1.5 metros. La cabecera de la galería la cierran dos lajas de pizarra, mientras la cámara posee una sola losa en la cabecera. Nos encontramos pues ante un megalito de la Edad del Cobre.

Asimismo, muy cerca de este dolmen, hay otro más pequeño destruido o escondido entre los matorrales, concretamente en la finca de El Caballero, cerca de El Pedrosillo (a unos 5 kilómetros al sudoeste de Castillo de las Guardas).

Junto a estos, también se han encontrado otros en diferente estado de conservación como son El Dolmen del Rancho del Marqués y el dolmen Cista del Rancho del Marqués, en la Finca del mismo nombre (kilómetro 54 de la Nacional de Sevilla a Mérida, hacia la carretera a La Alcornocosa) o el Dolmen de los Parrones, en la Finca Los Parrones (kilómetro 55.5 de la carretera nacional Sevilla-Mérida).

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