Cascadas del Hueznar

Sevilla enamora

Alcolea del Río

Bordeando el curso del Guadalquivir, en el recodo donde a su caudal se le suman las aguas del Corbones, está Alcolea del Río, que conoció las prósperas ciudades romanas de Canama y Arva. Sobresalen aquí unos molinos en el paraje de la Aceña; la iglesia de San Juan Bautista; y la gracia de las paredes irregulares de sus casas, blancas y cuajadas de geranios.

Cañada Rosal

Al norte, la villa colonial de Cañada Rosal presenta una belleza completamente distinta, la de la sencillez y la quietud de su caserío, sólo perturbada por sus fiestas (Baile de los Locos, Huevos Pintados).

Las Cabezas de San Juan

Después de bordear la Balsa de Melendo, en el término de Lebrija, y pasar el canal de riego del Bajo Guadalquir llegamos a Las Cabezas de San Juan, célebre por el levantamiento liberal del general Riego durante el reinado de Fernando VIII.

Écija

La historia de Écija es tan amplia como su riqueza artística, de prestigiosas yegüadas de pura raza, es testimonio de siglos de historia. Conocida como «la ciudad de las Torres», por los once campanarios que emergen sobre sus tejados de tejas grises y rosadas.

El Real de la Jara

Fundada por los romanos, debe su nombre al Camino Real, que fue vía de comunicación entre Andalucía y Extremadura hasta la construcción de la carretera N-630, y por donde cruzaban los peregrinos del sur que seguían la Ruta de la Plata para hacer el Camino de Santiago.

Almadén de la Plata

Su mayor esplendor data de tiempos romanos, que ya explotaban sus yacimientos. Fue reconquistada de los árabes por los Caballeros de la Orden de Santiago.

Los Molares

Salimos por el antiguo «Camino de Los Molares a El Coronil» donde superficies agrícolas nos acompañan a ambos lados del camino. En el paisaje raras veces hay un árbol que dé sombra, aunque los arroyos periódicos hacen que la tierra sea húmeda y cenagosa. Antes de llegar al Cortijo de Pardales, nos unimos al viejo «Camino de Utrera a Morón de la Frontera».