Feria

Sevilla, bella y diversa

El edificio donde se encuentra la sede del Rectorado y las Facultades de Filología y Geografía e Historia es uno de los más nobles de la universidad española, al mismo tiempo que fue en su origen una de las más espléndidas representaciones de la arquitectura industrial del Antiguo Régimen.

El primitivo templo debió erigirse hacia mediados del siglo XIV, respondiendo a la estética mudéjar predominante en las iglesias sevillanas en ese momento. El paso del tiempo y los daños causados por el terremoto de Lisboa de 1755 obligaron a su demolición y posterior reconstrucción, que fue terminada en octubre de 1841. De estilo neoclásico, la iglesia posee dos portadas.

Edificio barroco del siglo XVII mandado a construir por Álvaro de Castilla en 1614 como convento y hospital, al cual se le adosa la iglesia.

La Carlina tiene una historia novelesca. Lo que fuera un humilde cortijo o casa de campo con una viña alrededor, a las afueras de Constantina, cambió radicalmente a principios de los años 50, cuando fue comprada por Léon Degrelle (1906-1994).

El centro del Valle de la Osa, junto al río de la villa, que discurre oculto a la vista del viandante, es de construcción más reciente (entre los siglos XV y XVIII). Esta zona la constituyen calles más amplias, adaptadas a la zona llana, y que muestran el poder económico de terratenientes, comerciantes e industriales de la época.

Dentro de la arquitectura civil destacan la antigua casa cuartel y la casa rectoral, ambas del siglo XVIII. 

Sus plantas responden a la estructura típica de una casa de la época en torno a un patio central, con dos plantas. La planta alta presenta una galería que cumple la función de distribución de dependencias. 

Situado sobre lo que antiguamente se conoció como la Puerta de Écija, entre la plaza de Cervantes y la calle Alfonso XII. Su origen está fechado en el año 1796, tal y como se puede leer en su inscripción superior «Reinando los señores Don Carlos IV y Doña María Luisa de Borbón. Año de MDCCXCVI».