Ermita de San Miguel

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La ermita de San Miguel está ubicada a la entrada de la localidad, hoy rodeada por recientes edificaciones, pero se tiene constancia de que cuando se erigió estaba extramuros de la villa.

Presenta en su exterior una configuración sencilla con una portada muy limpia, una puerta de entrada con arco de medio punto sobre el que se coloca un frontón sobre pilastras. Dentro del frontón encontramos un azulejo con la imagen del arcángel San Miguel al que está dedicada la ermita, con la curiosidad de que está reparado y presenta una pieza repetida por tres veces. Dos de ellas presentan unos tonos más oscuros que delatan su realización en un momento diferente al resto de las piezas.

Solo tiene una nave y hoy en día está muy retocada por lo que no sabemos su primitiva forma, aunque alguna somera descripción de ciertos detalles encontramos en los escritos de la orden de Santiago. Gracias a estos documentos se tiene la seguridad de la existencia de esta ermita en obras en 1511. Hacia 1514 se daba por casi terminada y encontramos referencias en las que se indica que la construcción había sido pagada por los vecinos mediante limosnas y donativos.

Los dos últimos escritos de la Orden de Santiago sobre esta ermita datan de 1575 y 1604, donde se describe esa primitiva edificación resaltando qué imágenes la integran y, haciendo caso al Concilio de Trento que termina en 1563, las modificaciones que se han de hacer para su correcto culto.

También y según el Archivo de Protocolos Notariales de Sanlúcar la Mayor, se sabe que hay una hermandad desde 1540 con la advocación de Ntra. Sra. de la Concepción y de Ntro. Sr. San Miguel que radica en esta ermita.

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