Feria

Sevilla, bella y diversa

De los palacios renacentistas ecijanos el palacio de los condes de Valhermoso constituye el ejemplo más relevante. Se trata de un edificio mandado construir por los marqueses de Fuentes y Villaseca en el siglo XVI según los cánones artísticos renacentistas del momento, pudiendo datarse en torno a 1530.

Perteneció a unos caballeros de apellido Pareja y está considerado como un edificio tradicional ecijano típico del siglo XVII-XVIII. Tras haber sufrido varias modificaciones a lo largo del tiempo, con la finalidad ser reutilizado para varios usos, ha sido recientemente restaurado.

El Palacio de los marqueses de Benamejí que actualmente alberga el Museo Histórico Municipal de Écija, es una de las obras fundamentales de la arquitectura civil dieciochesca de la ciudad, pues define de manera precisa la concepción particular  que del estilo barroco se tiene en la Baja An

Es una de las viviendas de mayor interés de la ciudad. Realizada en el siglo XVIII en mampuesto y cantería, se encuentra situada en pleno centro histórico, en la zona más monumental de la ciudad. Su fachada da a los pies de la iglesia de Santa María, con una disposición privilegiada al estar enmarcada por tres calles, en el frente y en sus laterales. 

Antigua casa palacio de estilo neoclásico que data de la segunda mitad del siglo XVIII y perteneciente a la familia de los Sargeant, cuyo primer miembro fue Felipe Sargeant. Su hijo, Felipe Sargeant y Salcedo (1744-1788), ostentó el título de I Marqués de Monteflorido que le otorgó Carlos III en el año 1770.

El conjunto de El Gandul se sitúa en las afueras de la ciudad y se considera junto con el castillo y el recinto fortificado uno de los más interesantes elementos del patrimonio histórico de la ciudad.

El Convento de las Teresas está emplazado en el antiguo palacio de los Condes de Palma que es un edificio mudéjar de gran interés, erigido en los siglos XIV y XV.