La romería de Nuestra Señora del Rosario es una de las fiestas locales más vividas por los alcoleanos, tanto por los que aún residen en el pueblo como por los que han tenido que emigrar y que regresan cada año para su romería. Alcolea del Río tiene unos 3.000 habitantes pero para la romería se duplica la población y los asistentes pasan de los 7.000. También es cierto que a esta romería no sólo asisten los locales sino que acude gente de toda la comarca ya que, como dicen sus organizadores, “aunque el camino es corto el peregrinaje es largo y en el camino se acoge con bebidas y viandas a todo el que se acerca a acompañar a la Señora a su ermita”.
La cita para el que quiera acudir es a las 8 de la mañana en la capilla del Santísimo Cristo de la Vera Cruz y la Señora del Rosario. A esa hora se produce la salida de la Virgen a la que, antes de subirla en la carreta, dan una vuelta por la plaza entre lluvias de pétalos de flores. Con la Virgen ya en su carreta tirada por bueyes comienza el peregrinaje de carretas, carromatos, coches de caballo, caballistas y romeros andando. Ir cerca de la Virgen es un honor que se consigue esmerándose en el adorno de la carreta. Participan una treintena de carretas, montadas por grupos de amigos, de tal manera que una carreta puede acoger a unos 60 socios que aportan lo suficiente para los adornos y para cargar el vehículo de comida y bebida.
El destino es la ermita de El Algarrobo, situada a unos 4 kilómetros. Antes de llegar se hace parada, a las 12, para cantar el Ángelus en un cruce de caminos en el que además se hace una suelta de palomas y se lleva a cabo el bautizo con manzanilla de los nuevos romeros. Sobre las 14,30 se llega a la finca del Algarrobo, en donde se baja a la imagen de la carreta para ser subida a la ermita porteada por las mujeres. Tras un besamanto, los romeros bajan al campo a celebrar la fiesta animados por coros de sevillanas y tamborileros. Aunque todo el mundo lleva su comida, en el lugar también se instalan chiringuitos para que no falte de nada.
La romería de Nuestra Señora del Rosario se celebró la primera vez como tal romería -ya con carretas y bueyes- en 1942. Antes de esta fecha, la costumbre de los alcoleanos era sacar todos los años a su Virgen del Rosario, en una fecha variable de la primavera para que bendijera los campos y las cosechas. Esta fiesta era conocida como “La fiesta de la Rosa” y la Virgen era llevada a hombros por los hombres del pueblo que la trasladaban de campo en campo para que diera su bendición a los distintos cultivos. La fecha no era fija, pero solía ser en mayo o junio. La imagen que sacaban en esa época tampoco es la de ahora -una talla del artista Manuel Pineda Calderón, de Alcalá de Guadaíra- porque la original fue quemada en la Guerra Civil. La ermita también ha tenido su devenir, ya que la primera que se construyó en el paraje de El Algarrobo era de corcho.
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