Feria

Sevilla, bella y diversa

Constituye el único ejemplo que resta en Arahal de estas construcciones semirrurales que sacralizaban los entornos de las poblaciones andaluzas, los llamados ruedos.

La iglesia del Dulce Nombre de Jesús es la parroquia de Algámitas. El edificio consta de una sola nave con pilastras adosadas que marcan los tramos. En el lado izquierdo se adosan dos capillas. La antigua cubierta de cañón con lunetos y media naranja en el antepresbiterio fue sustituida por un techo plano de plafones de yeso.

Localizado en el corazón de la ciudad de Écija, el Real Convento de Santa Inés pertenece a la Comunidad de Clarisas Franciscanas.

Este singular altar, construido en un lienzo de la antigua de la ciudad, es uno de los rincones con más encanto y lleno de historia.

El convento de la Visitación de Santa Isabel (Madres Filipenses) se fundó en el último cuarto del siglo XVI, habiendo sido ocupado por diferentes congregaciones religiosas. Primitivamente fue un beaterio que en 1731 se unió a la congregación de monjas Mínimas, haciéndose estas cargo del convento.

Es el único templo de Sevilla que conserva restos de las tres religiones. Antigua mezquita, después, por privilegio del rey Alfonso X (1252), pasa a ser sinagoga, siendo consagrada como templo cristiano en 1391.

El Palacio de San Telmo fue construido en 1682 para albergar el Colegio Seminario de la Universidad de Mareantes. En 1849 pasa a ser residencia de los duques de Montpensier, quienes finalizaron la torre norte y construyeron la portada del apeadero, el ala este y el salón de baile.