Cazalla de la Sierra
Cazalla se encuentra en pleno corazón del Parque Natural. Su enorme importancia cultural se asienta en su historia, que le ha proporcionado singular riqueza monumental y etnológica. De este modo, en la zona se observan actividad y asentamientos ya desde época neolítica, como confirman hallazgos de dólmenes, hachas, punzones y demás objetos de dicho periodo en las llamadas Cuevas de Santiago. Sobre una antigua fortificación cartaginesa, los romanos fundan la localidad de Callentum. Con la llegada de los árabes, pasa a denominarse Castalla, siendo conquistada por las tropas cristianas a mediados del siglo XIII.
La población alcanza su esplendor en los siglos XVI y XVII, llegando a convertirse en residencia del rey Felipe V a principios del siglo XVIII. Los parques y zonas verdes, como Los Morales o El Judío, se mezclan con su riqueza patrimonial de edificios religiosos y civiles. Famosa por sus vinos, anisados y aguardientes, Cazalla se ha adaptado con rapidez a los nuevos tiempos, ofertando a sus visitantes una experiencia única basada en la calidad y variedad de las actividades que propone.
En la zona sur tenemos la ermita de San Benito. Se data entre finales del siglo XVI y principios del XVII. Tiene una sola nave, divida en cuatro tramos por arcos transversales apuntados, estando la cabecera compuesta por dos tramos, uno rectangular cubierto con bóveda casetonada y otro semicircular con bóveda avenerada. Posee una sencilla portada de estilo renacentista y una curiosa torre triangular por la que está declarada Monumento de Interés Artístico.
La ermita del Carmen fue conocida antaño como de San Ginés. El edificio pudo ser una primitiva obra mudéjar, como indican algunos de sus elementos exteriores. Tal y como se le conoce hoy puede fecharse en el siglo XVIII. Tiene una sola nave, divida en tres tramos, con capilla mayor cuadrada y bóveda semiesférica sobre el presbiterio y bóveda de cañón con lunetos y arcos fajones en la nave. A los pies, sobre una sencilla portada adintelada rematada por frontón roto, se sitúa la espadaña. Ubicada en el Paseo de su mismo nombre, Paseo del Carmen, en la actualidad recibe culto.
En la ermita del Monte se venera a la patrona de la localidad. Está situada a cuatro kilómetros del pueblo y fue construida a mediados del siglo XVIII. La ermita presenta una sola nave, precedida de un pórtico y Capilla Mayor con camarín. Se trata de una construcción barroca que fue sometida a diversas reformas durante el siglo XIX. En esta ermita se celebra durante el mes de agosto una importante romería y una misa, tras la cual, la imagen es transportada hasta el centro de la población acompañada por un amplio número de caballistas, carros y romeros a pie.
La etapa, pese a tener una longitud aceptable, se presenta por lo general como un pausado descenso, en el que alternaremos la tierra, con la carretera en la primera parte, para terminar por una pista ancha y cómoda en la parte final. Partimos desde la ermita de San Benito en dirección oeste. En pocos metros comenzamos un camino que nos llevará hasta la carretera A-450, poco transitada. Caminaremos por olivares y dehesas cuyo aprovechamiento principal es el ganadero y por pedregales hoy casi inhóspitos y faltos de vida por el excesivo pastoreo, pero que antaño ofrecieron algunos de los primeros caldos que cruzaron el charco hacia las Américas. En esta zona, conocida como Las Colonias, se producían excelentes vinos y las vides eran el paisaje principal en muchos kilómetros a la redonda.
El Pedroso
Según nos acerquemos a El Pedroso, las dehesas se irán volviendo llanas y abiertas, y comenzaremos a descubrir cómo el entorno cambia en cuanto a lo geológico, pues cada vez estarán más presentes grandes bolos graníticos. De estas rocas podremos disfrutar en las próximas etapas, nos sorprenderán sus caprichosas formas y los diferentes usos que los pobladores de estos territorios han dado a este material tan asequible en la zona.
Terminaremos el camino en la misma Ermita del Espino, a los pies de un cruceiro. Recuperemos aliento en la sombra que nos ofrecen los arboles de su jardín y disfrutemos de este histórico lugar.
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