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La Cornisa de los Alcores-Vía Verde del Alcor

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La Cornisa de los Alcores atraviesa los términos municipales de Carmona, El Viso del Alcor, Mairena del Alcor y Alcalá de Guadaíra en dirección noreste-suroeste. Se trata de un elevación en forma de meseta inclinada que destaca en la depresión del Guadalquivir, al contrastar con la llanura de la campiña en la que se encuentra enclavada. Sus altitudes no son muy elevadas, alcanzando un máximo de 242 m, y las pendientes son también moderadas. Esta plataforma alargada, de 30 km de longitud, forma una figura triangular ya que su anchura varía entre 1 km en la zona de Carmona y 10 km en Alcalá de Guadaíra, poblaciones que ocupan los extremos de la misma.

A lo largo de la plataforma se pueden diferenciar hasta 17 alcores o pequeños cerros. En conjunto, la Cornisa presenta diferentes características en sus vertientes norte y sur. La norte es una ladera de escasa pendiente, que desciende hacia la Vega del Guadalquivir, creando un paisaje suavemente ondulado, con altitudes entre los 40 y los 100 m. La vertiente sur es un escarpe de pendientes más pronunciadas, principalmente en la zona de Carmona

Los materiales geológicos que afloran en Los Alcores son calcarenitas, calizas detríticas con gran cantidad de fósiles, que corresponden a depósitos de plataformas someras, y que descansan sobre margas azules. Estos materiales no han sufrido plegamientos, pero si ha habido movimientos de elevación y hundimiento, así como erosión diferencial. El relieve originado es tabular, típico de cuencas sedimentarias extensas, en las que los diferentes materiales del subsuelo están colocados en capas horizontales

Hay que destacar la existencia un importante acuífero subterráneo sustentado por las calcarenitas, que es aprovechado mediante pozos y fuentes, y cuya recarga procede del agua de lluvia. En las laderas de la cornisa nacen además numerosos arroyos, pertenecientes a las subcuencas del Corbones, que limita por el este, o del Guadaíra, que la limita por el oeste.

La mayor parte de la cornisa está ocupada por terrenos agrícolas o está desprovista de vegetación, sobre todo en la zona próxima al núcleo urbano de Carmona. Persisten restos de vegetación natural en las dehesas del Alcaudete y del Judío al suroeste de la cornisa y en el entorno de las cuevas de la Batida, al norte, con vegetación arbustiva bien conservada. La fauna es la típica de zonas cultivadas y muy antropizadas, con algunas especies de aves, pequeños mamíferos y reptiles

Los materiales geológicos de Los Alcores han sido explotados desde la antigüedad. Las calcarenitas se han extraído en canteras, y se han utilizado tanto en bloques para construcción como molidas, para obtener una tierra amarilla denominada «albero», que se utiliza para diferentes fines. Las margas se han empleado para alfarería, y el acuífero asociado a las calcarenitas ha sido explotado para abastecer de agua a las poblaciones próximas e incluso a Sevilla capital.


En el término de Mairena del Alcor, municipio situado en el centro de la cornisa junto con el de El Viso del Alcor, nacen los arroyos de Alconchel y los Molinos, de carácter estacional, que desembocan en el arroyo Salado, afluente del río Guadaíra. En el término de Mairena del Alcor se encuentra el Castillo de Luna, en una situación privilegiada sobre la cornisa. En su interior está la casa-museo Bonsor, dedicada al arqueólogo inglés Jorge Bonsor, fallecido en 1930, que excavó y estudió diferentes yacimientos andaluces, y adquirió este castillo en el que instaló su residencia.

El acceso es libre, y se acceder por la carretera A-398 en dirección a Mairena del Alcor.
Equipamiento: Vía verde de los Alcores.


El casco urbano de El Viso del Alcor está sobre el alcor de la Tablada, cuyas laderas este y noroeste, junto con el barranco de la Milhoja, componen el parque de la Muela. Por toda la zona existen numerosas fuentes y manantiales de descarga del acuífero subterráneo asociado a las calcarenitas, como la fuente del Sol, y la de la Muela que se construyó en el siglo XVIII y fue rehabilitada en 1983. En el interior del parque se encuentran dos arroyos, el de la Muela, eje vertebrador del parque, y el de la Meloja. El parque de la Muela cuenta con arbolado de álamo blanco, fresno, pino, algarrobo y eucalipto entre otros, así como árboles ornamentales y una gran variedad de arbustos. Junto a la Fuente del Sol hay mimosa, acebuche, algarrobo y un ejemplar de morera con más de 200 años. En el entorno de la zona recreativa encontramos olivos, y al sur de la zona de merenderos está la antigua cantera, ahora transformada en un pequeño humedal, donde es posible observar multitud de aves. La Tablada es una zona de interés arqueológico, existiendo asentamientos humanos desde hace miles de años. Destaca la Fuente del Sol cuyos orígenes se remontan a la Edad del Cobre. Sobre los restos de esta fuente histórica construyeron otra los romanos, y en el siglo XX tomó la forma actual.

El acceso es libre. El parque de la Muela se encuentra delimitado por las calles La Muela, Sol, Camino de la estación, la Vía Verde de los Alcores y la línea de inflexión de la Tablada.

Equipamientos: Parque de la Muela, miradores de la Muela, de Tablada, del Calvario y balcón de los Alcores. Vía Verde de los Alcores.

Comarca
Categoría
Espacios de esparcimiento
Flora

La vegetación natural es escasa en la zona, habiendo sido sustituida por cultivos agrícolas, principalmente olivar, aunque al sur de la cornisa hay una pequeña mancha de matorral.

Fauna

La fauna es la típica de zonas cultivadas y muy antropizadas, con algunas especies de aves, pequeños mamíferos, como conejo y ratón, y reptiles. Hay que destacar la presencia de cernícalo primilla, que anida en el Castillo de Luna.

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